Venid, y flores derramad y llanto
Sobre esta tumba. La que aquí reposa,
En el jardin del mundo fué una rosa,
Y así como las rosas, se agostó.
El ángel tenebroso de la muerte
Tendió sobre ella su terrible vuelo,
Y se durmió soñando con el cielo,
Y en el cielo con Dios se despertó.
Manuel M. Flores