24 de enero de 2010

Yo fui el primero... Morris West.

Yo fui el primero en entrar, encendiendo la luces. La escena era curiosamente tranquila. El Avvocato Bandinelli yacía tendido en un sofá de cuero. El agente Giampiero Calvi estaba sentado en un sillón, tras el escritorio, con la cabeza apoyada en los brazos. Encima del escritorio, junto a él, había una novela de Moravia, una pistola cargada, dos bocadillos de jamón, un huevo duro y termo de café. El café estaba caliente. Los dos hombres estaban fríos. El viejo Steffi husmeó el aire, realizó un breve examen de los cadáveres y pronunció su veredicto:
-Muertos. Gas cianhídrico. Pistola o bombona.

Morris West. La Salamandra. Plaza & Janés, Editores, 1973, España, p. 70.