
Mi amiga Carmen recibió a la Xoli tan pequeña que le cabía en la mano y aún sobraba espacio. Fue la más fiel compañera que tuvo en su vida.
Compartieron el mismo plato en los buenos y los malos tiempos y al final la fidelidad de la Xoli llegó a sublimarse: se dejó morir 15 días antes de que falleciera Carmen.
¿Lo haría para esperarla al otro lado del Chignahuapan para guiarla y transportarla a través del mítico río?
Ce-Acatl. Revista de la Cultura de Anáhuac. Número 24/Veintena del Resurgimiento - 14 de febrero - 6 marzo de 1992, p.12.