7 de junio de 2010

A Mritiú, dios de la muerte 2/3.


Los días, los meses y las estaciones se suceden. Que el más anciano deje su lugar al más joven. Que esa sea, oh Dios, la ley de este pueblo.

¡Levantáos, amigos! Que el niño y el hombre de edad madura sostengan con sus esfuerzos a aquel a quien la muerte ha herido. Que Tuachtri, el primogénito entre los dioses, conmovido por vuestra piedad os conceda larga vida.

Y vosotras, mujeres de vida feliz, aproximaos y depositad vuestras ofrendas. Vosotras no tenéis lágrimas, y vuestros vestidos centellean por las alhajas que los adornan.

Tú, triste viuda, regresa a tu casa; ve a vivir entre tus hijos. Que el amor de ellos te recuerde el de aquel que ya no existe.

La India Literaria. Editorial Porrúa, Colección Sepan cuántos..., México, primera edición, 1972, p. 27.