6 de junio de 2010

A Mritiú, dios de la muerte 1/3.

¡Oh Mritiú! cambia de camino, porque el que sigues pertenece a los dioses. Tú tienes ojos para verme y oídos para oirme. Respeta a mis hijos, respeta a mis amigos.

Los individuos que quieran detener al genio de la muerte, y los que aspiren a prolongar su vida, deben ser puros y buenos, tener numerosos hijos y ricas cosechas.

La vida y la muerte se suceden. Si las alabanzas que dirigimos a los dioses nos son remuneradas, cantemos y dancemos. Tendremos una vida alegre.

He ahí la piedra que te separa, oh Muerte, de los vivos. Que ningún hombre se enmarañe en esa ruta. ¡Que vivan durante cien años, y que Mritiú permanezca encerrado en su caverna!

La India Literaria. Editorial Porrúa, Colección Sepan cuántos..., México, primera edición, 1972, p. 26.